Mi vida SL

Llegué a SL en enero de 2007. Es invierno en el hemisferio norte en esa época y ese invierno específico fue muy frío, tanto afuera como adentro. La verdadera historia es que mi vecino, quien me llevaba al trabajo todos los días, me había comentado de un juego donde uno se armaba un muñequito y con él podía jugar a hacer cosas. Vestirlo, construir, bailar, etc. A mi me produjo curiosidad, sobre todo ver como a alguien se le había ocurrido programar un mundo virtual donde muchas de las acciones humanas tenían una traducción informática. Me pareció divertida la idea de que alguien se haya sentado a pensar como hacer para que un muñeco se mueva como si fuera un humano de verdad, que pudiera ganar dinero barriendo en una plaza o por quedarse sentado. Entonces, estando un día en mi casa entré a mirar. Primero tuve que elegir el nombre a mi personaje. En ese momento estaba la televisión encendida en el living de la casa y estaban dando el programa ese donde las estrellas bailan con bailarines profesionales. Una de las bailarinas se llamaba Polina. Elegí el nombre por simpatía a la señorita danzante. Luego tuve que elegir un apellido. Entre la larga lista encontré uno que transmitía en una sola palabra mi añoranza a mi ciudad natal. Polina Ayres había cobrado vida, era un 5 de enero. Una noche de invierno, y yo, su dueña la empezaba a caracterizar desde tierra santa.

Los primeros días fueron difíciles, sobre todo porque la placa de video de mi casa sólo me permitía ver un muñeco con cierta forma de mujer y deforme. Con los días descubrí que la PC de mi trabajo era mucho más fuerte y fue allí como empecé a jugar.

Llegaba al trabajo temprano y me conectaba. Sentía que el frío de afuera se iba pasando mientras conocía gente de distintas partes del mundo. Debo decir que era el único lugar donde, por circunstancias de la vida, me sentía tranquila.

Un día, habrá sido el cuarto o el quinto día de mi llegada al mundo virtual, me fui a un land que decía que era Argentina. Allí había una pista de patinaje enorme y te regalaban patines. Le calcé a Poli los patines y empecé a recorrer el mundo con ellos. Me parecía sumamente divertida la idea de que mi muñeca, pudiera encarar al mundo sobre cuatro pares de rueditas. Y así fue como, buscando en el buscador algún lugar hispanoparlante, llegué a Calamaro Planet.

Recuerdo que había dos personas en ese momento, Alejandra Flax y Juanpablo. Alejandra me vio y me declaro inmediatamente la patinadora número uno del seleccionado Argentino, ya que la única remera decente que tenía era la del seleccionado argentino de fútbol. Con los días fui conociendo más gente, Calamaro se convirtió inmediatamente en mi casa. Los conocí a Pop, a Zuri, quien después de haberme preguntado una decena de veces logró, varios meses más tarde acordarse de que hacía yo en RL; a mi amiga Mar quien me intentó levantar, cosa que me produjo una ternura infinita y fue el inicio de una linda amistad. En esos días conocí a quien es hasta el día de hoy uno de mis grandes amigos salidos de SL, Exeo con quien compartí infinitas experiencias, pero contarlas merecería un capítulo a parte. Lo conocí a JP, otro amigo que traspasó los límites de la pantalla pero sólo después de hacerme rogar durante mucho tiempo. Conocí a Manu, con quien tuve el placer de tomarme un café en Madrid volviendo de Argentina este último abril. Y la conocí a Natalia. No nos quisimos nada en un principio. A mi me parecía que era super importante en Calamaro y que jamás me daría bola, me daba vergüenza hablarle, pero me moría de ganas de saber quien era. Los motivos de nuestra supuesta enemistad no merecen ser ni recordados. Recuerdo nuestra primera conversación, tenía que ver con RL. Creo que a partir de ahí, de a poquito nos fuimos haciendo amigas. Hoy puedo decir que, de toda la gente que ha pasado por SL, con la cual compartí miles de cosas, es a ella a quien escojo como mi hermanita del alma.

Creo que llegó el momento de empezar a resumir. Entre los infinitos recuerdos que tengo está la sesión flamenca que me cambio la vida. Infinitas anécdotas, cumpleaños, expresiones de cariño interminable, muchos tangos, animalitos perdidos, peleas, avis camuflados, historias increíbles….

La etapa 2 de Calamaro en Mignon, cuando reconstruimos todo, fue para mi la era de oro de Calamaro Planet y la época más linda para mi en SL. Recuerdo las conversaciones en el fogón con Migan, Cacho, Gaby, Aime, Cronos, Eragon, Lagarto, Malena. Tengo millones de recuerdos que llenarían las hojas de varias novelas de ficción (algún días, si dios quiere), recuerdos de un gran amor, recuerdos de una ilusión, recuerdos de cosas compartidas y recuerdos del final.

Este es el resumen de mi vida en SL. Una vida que cumple un ciclo hoy. Me voy porque ya nada es como era, pero principalmente me voy porque yo ya no soy la misma. Porque el frío de aquel enero ya no existe. Porque lo que creí que había encontrado allí, fuera de los amigos que quedaron y la música, fue una ilusión. Me llevo los recuerdos, me llevo los mundos de las personas que llegué a conocer. Me llevo el dolor de irme aún cuando me gustaría quedarme, pero sabiendo que es esto lo que debo hacer ahora para poder vivir mi verdadera vida plenamente y sin ataduras en el pasado. Y por supuesto, me guardo el derecho de volver a saludar, a visitar, a pasar algún nuevo momento en el futuro. Como nada es para siempre, esta despedida posiblemente tampoco lo sea.

Le agradezco a Zuri por haber creado el espacio donde durante mucho tiempo pude expresarme y compartir mi pasión, que es la música. Le agradezco profundamente la amistad incondicional a Nati y le deseo que no pierda nunca la fe en las personas (las que valen la pena) y que no abandone nunca la búsqueda. (hay más agradecimientos, mensajes y deseos, pero prefiero darlos individualmente). Les agradezco a todos los que supieron hacerme un lugar en su corazón y a los que ya son parte inseparable de mi vida cotidiana. Y agradezco especialmente a quienes me ayudaron, por acción u omisión, a volver a creer que la vida, la de verdad, puede ser vivida plenamente. A eso voy.

Me despido compartiendo una reflexión, lejos de creer que tengo autoridad alguna para decirle a nadie como tiene que vivir y sabiendo que la mayoría de los lectores potenciales, en esta nueva era de Calamaro Planet, no me conocen: hay algo que aprendí en mi búsqueda, en el camino hacia la vida que mucho tiempo se vio oscurecida hasta parecerse, más bien, a una muerte: lo principal es ser sincero con uno mismo, no bajar los brazos, buscar siempre la luz porque ella brilla en algún lado, probablemente en nuestro interior, y tener la capacidad de escuchar a los demás. Sean felices, la vida es una sola, es corta y hay mucho por hacer.

Gracias por todo! Hasta pronto. Me los llevo en el corazón

Mariana (Polina)